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Cultura

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Banda Municipal de Conciertos de Palma Soriano

Fecha de Fundación: 1908

Géneros que cultiva: Danzas, Contradanzas, Danzones, Sones, Clásicos y        Guajiras.

En marzo de 1908 llega a Palma Soriano el Circo Pubillones que recorría, de pueblo en pueblo, la antigua provincia de Oriente, y lo hacía con el acompañamiento de una orquesta que estaba dirigida por el joven músico Ángel Peralta Téllez.

Peralta Téllez, al enterarse de que se iba a crear una Academia de Música en esta localidad, se presenta ante el Alcalde Municipal interesado en incorporarse a la misma como profesor de música, quien le proponen que se quede en la localidad con el fin de dirigir la referida academia, que muy pronto comenzaría a funcionar.

Peralta se radica en Palma Soriano, donde forma su familia, ya que se había enamorado de una palmera, y se dedica a organizar la Academia Municipal de Música, donde funda en 1910 la orquesta La Palma y más tarde crea una banda musical infantil.

Antes, en el propio año 1908, Peralta Téllez propuso la creación de una Banda de Música, que fue aprobada por la Alcaldía Municipal. Con pobres instrumentos se fue cohesionando aquella agrupación, donde tuvo que impartir diferentes asignaturas musicales a sus pupilos, entre ellas solfeo, teoría de la música y la técnica de los instrumentos que iban a ejecutar los jóvenes escogidos por él, en su mayoría adolescentes del pueblo, sin distinción de raza.

Al principio los jóvenes que conformaron la banda no recibían salario alguno por su labor.

La primera retreta de que se tiene noticia en este territorio oriental fue ofrecida el 20 de mayo de 1912 en el Parque José Martí, al celebrarse en Palma Soriano el décimo aniversario de la creación de la República de Cuba, con un desfile y varios actos, donde la Banda de Música Municipal lucía por primera vez sus flamantes uniformes, pero aún con categoría de juvenil, ya que la integraban sus primeros alumnos, los que se convertirían después en músicos oficiales. Entonces estaba integrada por 20 jóvenes palmeros.

En 1918 tuvo una reestructuración y asumió como su tercer director el joven músico baracoeso Lorenzo Íñiguez Belet, con 17 integrantes

La Banda Municipal de Conciertos de Palma Soriano siempre fue considerada entre las mejores de Cuba, lo que le dio créditos para participar en numerosos conciertos.

El 1 de marzo de 1925 fue aprobado un crédito destinado al mejoramiento de la Banda de Música, señalándose los sueldos mensuales que devengarían los integrantes de la misma:

   Director: $ 55,00 pesos;

   Músico de Primera: $ 30,00 pesos.

   Músico de Segunda: $ 25,00 pesos.

   Músico de Tercera: $ 20,00 pesos.

Ese mismo año, con motivo de la toma de posesión como Presidente de la República de Cuba del general Gerardo Machado, la Banda de Música llega a la capital cubana y desfila ante la sede presidencial, luciéndose a la altura de las bandas oficiales de La Habana por lo que recibe numerosas felicitaciones.

Las actividades de la Banda se vieron afectadas por la crisis económica mundial que repercutió también en Cuba entre los años 1929 – 1933. Por la falta de fondos monetarios que sufrió el municipio, se vio afectado el salario de la Banda de Música y algunos integrantes la abandonaron, pero siguió funcionando con un reducido grupo de músicos que permanecieron en la misma.

Concluida la crisis, la Banda de Conciertos comenzó a normalizar su trabajo y sus retretas, esperadas por todos, ya que constituían un espectáculo maravilloso para la población. En esta etapa realizaron giras por diversos territorios de la antigua provincia de Oriente.

Tras el Triunfo de la Revolución Cubana participan en todos los actos que se realizan, además de mantener la tradicional retreta en el parque Martí

Con el paso de los años se hizo tradicional en el pueblo asistir a las retretas ofrecidas en los parques de la ciudad.

Afortunadamente, en los últimos años, la Banda Municipal de Conciertos ha comenzado a recuperar su antiguo protagonismo en la vida nocturna de la ciudad. Hoy son muchos los palmeros que deciden disfrutar de sus interpretaciones sentados en el parque “José Martí", espacio emblemático del centro urbano.

Pero más allá del rescate de una tradición hay un fenómeno digno de resaltar. Se trata del notable incremento de músicos jóvenes en la plantilla de la Banda, una oleada de aire fresco para tan veterana institución cultural.

Estos jóvenes han ido ampliando el repertorio de la Banda no solo con lo clásico y lo popular, sino también con adaptaciones de temas románticos actuales. El mérito es indiscutible, los tiempos cambian y de igual manera los gustos del público.

Viviendo en una sociedad tan convulsa, donde el lenguaje vulgar y agresivo del reguetón nos ataca constantemente, debemos agradecer este despertar de la Banda Municipal de Conciertos. No solo porque es una pincelada de verdadera cultura, también es un excelente incentivo para que la juventud palmera se identifique con las más antiguas tradiciones de su pueblo y cultive su apreciación por la buena música.

FUENTES: Ecured y periodista Mey Ling Chang Aguilar.